El transporte y la logística afectan de forma directa a la vida de las personas y salud del planeta. Todas las acciones de mejora hacia prácticas sostenibles deberán de ser tenidas en cuenta para conseguir (o al menos acercarnos), a los ambiciosos objetivos fijados por diferentes organismos internacionales.
*Pacto Verde Europeo: la Comisión propone un objetivo de cero emisiones a partir de 2030 para los nuevos autobuses urbanos y una reducción del 90 % de las emisiones para los camiones nuevos de aquí a 2040
Los servicios ferroviarios para las mercancías están llamados a ser una parte importante en la solución de los retos, aunque para ello deberá de incidir en cuatro pilares básicos, que son:
La red. Los nodos multimodales deben ubicarse estratégicamente, para garantizar la conexión entre puntos de origen y destino generadores de tráficos de mercancías. Por supuesto, la capilaridad ofrecida por el transporte por carretera tiene que formar parte de dicha red de forma natural (colaboración entre modos) para ofrecer servicios puerta a puerta. La conducción autónoma (de camiones y trenes) puede llegar a añadir frecuencia a los servicios logísticos, reduciendo el ratio de número de unidades transportadas / rentabilidad, lo que abriría la puerta a tiempos de entrega más cortos, servicios nocturnos, …
La Tecnología e innovación deben ofrecer trazabilidad las mercancías y de las unidades de transporte intermodal (UIT’s), controlando aspectos tales como ubicación a tiempo real, temperatura, humedad, apertura de puertas, vibraciones, estado óptimo de las UTI’s… Predictibilidad en las entregas, cálculo de alternativas en el caso de producirse eventos imprevistos (accidentes, cortes de vía, retrasos, …).
Automatización de: accesos a las terminales, intercambio de las cargas, trámites administrativos, documentos de transporte electrónicos, sistemas de reservas, …
La coordinación y conexión entre los diferentes modos de transporte, para ganar eficiencia, puntualidad y mejorar los tiempos de tránsito.
Sostenibilidad. Una parte de las redes ferroviarias está sin electrificar, y requieren el uso de locomotoras con motores diésel. Transitar hacia propulsiones más sostenibles, como podría ser el hidrógeno verde, reduciría las emisiones de gases contaminantes.
La conducción autónoma y el mantenimiento predictivo permitirían eliminar averías y garantizar una mayor disponibilidad.
Integración. Una logística abierta y colaborativa, en la que el paso a diferentes modos de transporte se haga de forma natural, “seamless” y sin elevados costes, que permita integrar soluciones transversales (tecnología, servicios, optimizar rutas combinadas con diferentes operadores, multi: destino / producto / cliente, …); todas estas condiciones también deber de cumplirse en tránsitos transfronterizos, incluyendo la validación de sistemas de seguimiento, seguridad, comunicaciones, …
La implementación de cadenas logísticas basadas en estos cuatro puntales permitiría acelerar la transformación y transición hacia soluciones competitivas y sostenibles de bajas emisiones. El mercado demanda servicios puerta a puerta integrados y gestionados bajo el concepto de “ventanilla única, transparencia, tiempo de tránsito y precio competitivos, con atención a la responsabilidad social y medio ambiental.
*https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/ip_23_762
